¿Quién habita tu silencio?
Tengo un compañero de trabajo q siempre me habla y me pregunta cosas esperando que yo vaya y me largue a relatar cada episodio de mi dìa y mi vida como si fuera algo interesante. No tenemos nada en común: a él le gusta Marco Antonio Solís, piensa que Brian Weiss es el útimo sabio de nuestros tiempos, se alegra con el transantiago y con un montón de otras cosas que a mi me parecen fomes, mal hechas y todo eso. No tengo mala onda hacia él, pero me sorprende que lleve tanto tiempo tratando de hacer algún tipo de amistad conmigo, y notar que casi me arranco cuando lo veo con su disposición a meterme conversa.
Sin embargo, esta mañana entró a mi oficina y me hizo una pregunta tan inesperada, que nuevamente me quedé sin responder, pero esta vez no por desgano, sino que porque me llevó a hurgar en lo profundo del estado de letargo en el que existo.
"Quién habita en su silencio?", dijo, y yo me pasmé pensando en las verdades tan mías que podrían salir de esa respuesta. Sonreì, dije que tenìa sueño, que no era un buen día.
Y luego pensé toda la mañana, que de un tiempo a hoy mi pasar por la vida se divide en los largos momentos de silencio y en las estúpidas secciones de conversaciones aburridas, discusiones, soluciones, etc.
"Nadie", pensé, "habito yo". Pero era mentira, como muchas que me digo al dìa para conformarme. Habitan todas las cosas que quiero, que amo en lo profundo, que me conforman y me desarman cuando no estàn presentes. Habitan individuos que se cobijan en mis espacios vacíos de afectos, en mis ridículas esperanzas de que las cosas sean mejores, en rincones oscuros donde sólo se reflejan miradas, donde aguardan dulzuras y todo tipo de ganas.
El que habita este silencio es todo lo que abrazo cuando nadie lo nota, lo que me espera a puertas cerradas, lo que me saca de mi maldad y me evita algún espanto; lo que me cura heridas invisibles bajo las palabras y la sonrisa que visto de mañana y que vomito luego cada tarde entre mis sábanas. Eso que habita mi silencio no tiene principio ni fin, no se conjuga ni acompaña pronombres.
El invierno me pone tan triste .